viernes, 8 de noviembre de 2013

El atleta cansado

 La deficiencia del hierro es sólo una de las muchas razones por las que los atletas se agotan. Entre las principales causas tenemos:
  1. Nutricional: por ejemplo reponer inadecuadamente el almacén energético, deshidratación.
  2. Médico: por ejemplo anemia, enfermedad cardiaca, infección, asma.
  3. Sobreentrenamiento: desequilibrio entre entrenamiento y recuperación.
  4. Psicológico: depresión, ansiedad.
Pero en este post, nos vamos a centrar en la deficiencia de hierro, ya que se asume como la causa principal de la fatiga, sobre todo entre deportistas con mucho entrenamiento, corredores de largas distancias y mujeres, pues aumentan las pérdidas y su absorción intestinal es escasa.



El nivel de hierro en el cuerpo se mide por la cantidad de ferritina en la sangre y éste, se ve afectado por el ejercicio extremo, infecciones u otras enfermedades por lo que será necesario realizar un test que valore el nivel de ferritina sérica cuando te encuentres bien y al menos 36 horas después de cualquier sesión de entrenamiento o competición para comparar los valores. Esto indicará la cantidad de hierro directamente proporcional almacenado en el organismo.
El hierro es utilizado en el cuerpo por la hemoglobina, la cual transporta el oxígeno (punto importante para el rendimiento especialmente en deportista de fondo). En actividades aeróbicas (o de larga distancia) el rendimiento se verá mermado si el nivel de hemoglobina es más bajo de lo normal pero no se verá afectado porque exista un bajo nivel de ferritina, siempre que en este segundo caso la hemoglobina sea normal. El rango o nivel de hemoglobina normal viene a ser entre 125-160 gm/L. El problema es que los deportistas tienen niveles individuales para determinar su óptima hemoglobina por lo que un atleta tendrá un nivel de 135 gm/L mientras otro puede que tenga 150 gm/L. Uno de los problemas con los que se encuentran los doctores deportivos es que en el atleta que normalmente tiene un nivel de hemoglobina de 150 gm/L rendirá pobremente si su hemoglobina cae a 135 gm/L aunque este nivel individual se encuentre dentro del rango de la normalidad.
En tal caso, a este atleta se le dirá que padece anemia relativa. Resulta fácil cuando el atleta tiene niveles bajos de ferritina y hemoglobina o niveles normales de ambos compuestos, sin embargo, en el atleta con bajo nivel de ferritina y normal de hemoglobina es difícil identificar si requerirá un tratamiento con hierro.

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