miércoles, 30 de septiembre de 2015

El colesterol en los alimentos

Por todos es bien conocido que el colesterol se ingiere con los alimentos grasos de origen animal (tocino, carne, leche, mantequilla, huevos...) y que en exceso, esta grasa alimentaria puede intervenir en patologías cardiovasculares que son una de las principales causas de muerte en los países desarrollados.
Pues bien, he de decir en defensa de esta sustancia grasa, que el colesterol nos resulta necesario para la construcción de las membranas celulares, a las cuales confiere fluidez y permeabilidad, controlando que componentes tales como sales minerales, carbohidratos y proteínas difundan a través de ella aportándonos nutrición, además de por otro lado, también contribuye a la biosíntesis de ácidos biliares necesarios para el proceso digestivo o bien para producir hormonas esteroides.

Entonces, ¿existe una relación entre colesterol ingerido a través de alimentos y riesgo a padecer patología? Pues he de deciros que existe una correlación positiva entre los niveles altos de colesterolemia   ( >250 mg/100 mL) y la aterosclerosis por ejemplo, pero esta relación no es evidente respecto a la cantidad de colesterol en la dieta. La mayor parte de colesterol del organismo se sintetiza en el hígado y en el intestino y sólo una parte menor procederá de los alimentos. Debido a esto, el factor genético es de gran importancia en el desarrollo de una enfermedad de este tipo. Así, el sólo control de la ingesta en colesterol a través de nuestro menú diario, no servirá para controlar la hipercolesterolemia, sino que se necesitará además de un posible tratamiento farmacológico, un control del consumo bajo en grasas saturadas y una alimentación rica en fibra.

¿Son necesarios los alimentos funcionales que disminuyen el colesterol? Los alimentos funcionales tales como los lácteos, en ningún caso podrán sustituir una dieta indicada para el control de colesterol ni mucho menos sustituir a fármacos que están indicados para que ejerzan efecto hipocolesterolemiante. Estos productos, contienen grasas vegetales (fitosteroles) no absorbibles por nuestro organismo y que además son capaces de secuestrar el colesterol que ingerimos en esa misma comida. Las precauciones si queremos adquirir estos productos son bien sencillas, mirar el tipo de grasa vegetal que tienen como ingrediente para ejercer dicha acción y buscar a los estanoles, que de los utilizados por la industria alimentaria son las grasas vegetales más seguras y eficaces y que no interfieren con la absorción de vitaminas. Estos productos, se deberán consumir bajo la prenscripción facultativa, sobre todo si se lleva medicación y como ya he mencionado, deberá formar parte de una dieta variada y equilibrada que incluya el consumo regular de frutas y hortalizas para mantener los niveles de carotenoides que pueden disminuir estas grasas vegetales.

Para encontrar los fitosteroles debéis mirar en el etiquetado de mantequillas, margarinas y yogures

Por otro lado, voy a nombrar otros productos que también están en el mercado y son los cereales de desayuno o las galletas, a los que se les atribuye la actividad de disminuir el colesterol. En este caso se comercializan como alimentos enriquecidos en fibras vegetales que proceden de la avena. La avena tiene un compuesto, el Betaglucano, fibra soluble de este cereal, que es capaz de disminuir la reabsorción intestinal de colesterol, tal y como se haría con una alimentación rica en fibra. Lo que discrepo con los fabricantes en este caso, es que el marketing va dirigido para toda la familia y además añaden "sin cambiar de hábitos".

Existe un nuevo producto en el mercado pero que no incluye en su formulación ningún ingrediente novedoso (incluye el Betaglucano, que ya se podía ver en cereales de desayuno)
Pues bien, la fibra ayuda pero no hace milagros y al igual que un bebé no puede coger en brazos a su padre (no podría con el peso), no hay que excederse con las grasas ingeridas, ya que no se alcanzaría el efecto esperado. Por esto, se necesita un equilibrio alimentario de los alimentos consumidos. Y...en cuanto a anunciarlo para toda la familia...destacaré que,¡¡nunca os quitéis el colesterol de la dieta mujeres embarazadas!!, puede dar lugar a un parto prematuro sufriendo vuestro hijo distintas anomalías congénitas. El colesterol aumenta durante el embarazo y lactancia porque es de vital importancia, así que en esto, también incluyo a los niños menores de 5 años porque hay que dejarles crecer, ¡¡es una sustancia esencial durante la etapa de crecimiento!!.

Así que, no todo lo que se vende en los supermercados se puede comprar a lo loco y para todo. Cuidado con los reclamos publicitarios. Aprendamos a leer la letra pequeña por el bien de nuestra salud. Espero que os sirva de ayuda. Para más dudas, no dudéis en consultar :)

¿Habéis consumido alguna vez productos de este tipo?



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