
Otra cosa es que el pan se utilice, para rebañar el plato, untar salsas o mantequilla o rellenarlo de embutidos. Tampoco hay que pasarse.
Este alimento, es destacable como fuente de hidratos de carbono, proteínas, fibra, hierro, zinc y vitamina B1, también proporciona cantidades importantes de magnesio, potasio, niacina, vitamina B2, ácido fólico y vitamina B6.
De ese modo, el consumo de pan con otros alimentos de origen vegetal como las legumbres, permite conseguir una buena complementación de aminoácidos, aportando a un alimento lo que le falta al otro, y obteniéndose una mezcla proteica de mayor calidad, lo que equilibra el menú diario que actualmente y en la mayoría de los casos, se encuentra en un desequilibrio por un aumento de las calorías ingeridas en forma de grasas, o por un desequilibrio en el balance energético asociado principalmente al creciente sedentarismo.
El pan es un gran aliado dietético, que combina bien con otros muchos alimentos, contribuye a hacer más agradable la alimentación y a mejorar la calidad de la dieta. Por ello, es hora de comenzar a desmitificar los errores asociados al consumo de este alimento. ¿Te unes a dejar de humillar al pan?
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