Chuchería es sinónimo de azúcar, eso no nos lo debemos negar, y debido a esto no existen chucherías saludables por mucho que se empeñe la industria en trasmitir la idea de que algunas de ellas son vehículo de vitaminas, minerales o antioxidantes. Para cumplir esta función dietética, la naturaleza ya nos proporciona otros alimentos como la fruta fresca.
Así que, mientras que el saber culinario nos ofrezca la posibilidad de convertir algunos alimentos, en otros aún más dulces y concentrados en energía y nutrientes como por ejemplo, la fruta desecada, el consumo de estos alimentos dulces, que no chucherías, debería estar integrado dentro de una alimentación saludable y equilibrada. Y está bien que los niños y los no tan niños los comamos, siempre con preferencia por los que tienen un dulzor natural o están endulzados de la manera más sana posible y comiéndolos moderación.
Debido a esto, a continuación os sugiero seis ideas de alimentos dulces para sustituir a las chuches.
Fruta en almíbar. Además de melocotón y piña en almíbar -los más comunes-, posible conservar en almíbar cualquier fruta, según la temporada. El azúcar es un conservante natural y universal, si bien su consumo como tal o la ingesta de alimentos a los que se añade en gran cantidad ha de ser moderado y ocasional. No hay que obviar la relación demostrada entre el exceso de azúcares y determinadas dolencias como caries dental, exceso de peso, deficiencias vitamínicas e, incluso, mayor riesgo de diabetes. La fruta en almíbar, si bien no se equipara a una chuchería desde el punto de vista nutricional, sí es un alimento muy azucarado, por lo que no se debe ofrecer de continuo como alternativa a la fruta fresca. Las frutas escarchadas troceadas, solas o mezcladas con frutos secos, también pueden ser un buen sustituto de las chucherías en momentos concretos en los que los niños demanden algo muy dulce con insistencia.
Barritas energéticas caseras. Consiste en mezclar al gusto variedad de semillas (pipas de girasol, pipas de calabaza, semillas de sésamo, amaranto...), de frutos secos troceados (almendra, avellana, nueces...) y de frutas desecadas, como las uvas pasas, las ciruelas o los orejones. Por otra parte, se calienta melaza de cereales que será la base para el caramelo. Se añade la mezcla a la melaza cuando esté hirviendo, se baja el fuego y se deja al calor medio hasta que se forme una masa más densa. El siguiente paso es extender el engrudo en un papel de horno, y hornear unos minutos hasta que la masa quede crujiente. Se parte en trozos y se ofrece a los niños a modo de barrita dulce y energética.
Almendras garrapiñadas. Las almendras garrapiñadas son la receta más común, si bien se puede embadurnar en caramelo cualquier fruto seco, aquellos que más gusten a los niños. Sin perder de vista que el azúcar caramelizado desvirtúa el valor nutritivo natural de los frutos secos, a la par que endulza, las garrapiñadas se convierten en una "chuche", aunque más saludable, ya que aportan todas las ventajas nutricionales de dichos alimentos.
Orejones o ciruelas secas rellenas de almendra o avellana molida. Estos aperitivos dulces y nutritivos se pueden convertir en una sorpresa para los niños, que también pueden colaborar en la cocina a elaborar esta sencilla receta. Para facilitar la digestión de las frutas desecadas, conviene escaldarlas unos minutos en agua hirviendo. Se abren por la mitad y se reservan. Se tuestan apenas los frutos secos elegidos y se machacan hasta obtener un granulado más o menos fino, según gustos. El resultado se mezcla con un poco de melaza de cereales (maíz o cebada, por su sabor más suave) y con este engrudo se rellenan las frutas desecadas. Ya están listas para que los niños las puedan comer como dulces tentempiés entre horas.
"Piruletas de chocolate". La autora de 'El recetario mágico' , Desiree Arancibia, escribió su libro convencida de que "cocinar en familia es divertido" y con la sabia intención de que los pequeños descubran que "alimentarse es mucho más que comer". Para ello, propone aprender recetas elaboradas con materias primas sanas. Con un toque "mágico" de sabor y color, convierte sencillos alimentos como las frutas en deliciosas "chucherías" sanas, nutritivas y naturales, ideales para ofrecer como alternativa a todo tipo de gominolas. Una de sus propuestas son las "piruletas de chocolate", muy vistosas y fáciles de hacer. Arancibia sugiere "cortar la fruta en rodajas, pinchar con un palito de helado o brocheta y poner en el congelador durante media hora. Fundir un chocolate (52%-70% de cacao, puede ser interesante) al baño María. Sacar la fruta del congelador, untar en el chocolate fundido, depositar las piruletas sobre papel vegetal y dejar enfriar en la nevera".
"Barquitas de naranja". La misma autora propone esta receta que, a modo de
resumen, consiste en cortar las naranjas por la mitad, exprimirlas y reservar las cáscaras como molde. Se rellenan del zumo mezclado con
agar-agar y se dejan enfriar en la nevera. Si se quieren hacer "barquitas" basta recortar papel para hacer las velas y pincharlas con un palo de brocheta. Por otra parte, el agar-agar se puede usar como espesante para presentar una macedonia de frutas vistosa con textura gelatinosa.
¿Qué receta dulce os gusta más?
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