
El contenido de sodio y las proporciones de los ingredientes en los caldos envasados deben ser de especial conocimiento por parte del consumidor para que estos productos no sean consumidos a la ligera y de forma continuada en sustitución a la cocina de casa, porque ésto nos podría provocar hipertensión arterial y retención de líquidos debido a su contenido en sal, que aunque no es elevado, es moderadamente notorio.
Para saber más sobre los caldos que nos podemos encontrar en el mercado y su aporte nutricional, podéis visitar el siguiente enlace: ¿Alimentan los caldos de pollo comerciales?

Por su facilidad de manejo y porque es abrir, calentar y listo, solemos emplear normalmente los caldos líquidos en envase de brick.
De todo los caldos que se comercializan en envases de brick el mejor de ellos es el caldo Aneto. Es el más caro con mucha diferencia, pero no emplea ningún tipo de aditivos espesantes en su composición y es de los que menos cantidad de sal incorpora y uno de los que mayor cantidad de productos cárnico incorpora. Está exento incluso de colorante, por ello su color nos puede sorprender. Este caldo, es el más natural de todos lo que existen actualmente en el mercado.
No obstante, si queréis uno más barato, el caldo Knorr tampoco está mal, pero hay que tener en cuenta, que es el que mayor contenido en carne tiene y por ello se hace un poco más graso. Además, añade colorantes para dar el color típico amarillo al caldo, almidón de maíz y extracto de levadura como espesantes, pero en menor cantidad que en otros productos (0.1%). Lo peor en su composición es su contenido en sal, que aunque no difiera mucho del resto de caldos, es elevado y hay que tener precaución.
¿Consumís habitualmente este tipo de caldos?
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