miércoles, 17 de diciembre de 2014

Cómo hacer frente a la navidad sin morir en el intento

Existen ciertas pautas nutricionales que puedes seguir para cuidar tu estómago, especialmente durante la Navidad, cuando se come y se bebe en exceso. Todos estos consejos puedes adoptarlos durante las fiestas y también de forma permanente, ya que te ayudarán a tener siempre buenas digestiones y a comer más ligero sin pasar hambre.

El tipo de alimentos, las combinaciones entre ellos, el momento del día y hasta el orden en el que los comes influyen en tu digestión. Sabiendo algunos pequeños trucos no sólo conseguirás contrarrestar los efectos de las típicas comidas y celebraciones navideñas, sino seguir una dieta sana, ligera y respetuosa con tu estómago.
Pero lo principal de todo, es saber combinar los alimentos, ya que el problema principal de las malas digestiones y las calorías extra en Navidad no sólo se debe a las comidas copiosas, sino a la ingesta descontrolada y desacertada de alimentos. Con tantos aperitivos, canapés, entrantes, platos, postres y dulces, es muy fácil mezclar alimentos que resultan demasiado pesados para ser digeridos por nuestros jugos gástricos. Por ello, es muy importante que diseñes bien tus menús navideños cuando te enfrentes a las cenas, comidas o celebraciones típicas de estas fiestas. 
Lo ideal es comenzar cada comida con una ensalada a base de vegetales frescos, que preparan el estómago y lo estimulan para recibir alimentos más pesados. La fruta fresca también es una buena opción para preparar a tu estómago para el proceso digestivo. Por ejemplo, se puede empezar con una ensalada de piña y nueces en cesta de pasta brisa o ensalada de mozzarella y cocktail de frutas
Así después, tendremos el estómago preparado para recibir el plato principal a base de proteínas (carne, pescado, huevos...). Que puede ser por ejemplo para salirnos un poco de lo normal: crepes de solomillo inglés y queso roquefort, solomillos al vino con setas variadas, pierna de cordero al horno con patatas, milhojas de patata y salmón ahumado, lubina al horno o merluza en salsa verde.

No obstante, ¡¡qué es lo más temido!!. ¿Quién puede resistirse a los dulces Navideños cuando los tienes en todas partes desde que te levantas hasta que te acuestas? Después de comer o cenar, los dulces son también los responsables de que las digestiones sean más pesadas y difíciles. Procura ofrecer algo más que la bandeja típica de turrones y polvorones.  Hay que ofrecer alguna opción más ligera que se pueda comer en caso de no poder resistir la tentación del dulce y que nos sacie: frutos secos naturales, fruta fresca, chocolate negro... 

Por otro lado, es aconsejable no dejar para después de estos días la actividad física. Hay que quemar lo ingerido, así que debemos incrementar nuestra actividad para contrarrestar las calorías de más.
¿Preparados para hacer frente a la navidad? Creo que aún no, me faltaba un pequeño consejito al que siempre me hacen referencia algunos amigos, y es el siguiente. Las comidas de navidad, siempre  van acompañadas tanto de alcohol como de tabaco y al juntarse con familiares y amigos, a algunas personas parece que les estimulan más estos "vicios". Pues bien, maridar la cena o la comida con un buen vino no está mal, pero como he dicho la cosa se nos puede ir de las manos y... ¿cómo hacemos frente a una buena resaca?. Pues lo  importante es hidratarse bien, recuperar vitaminas y eliminar toxinas, por lo que, lo ideal es pasarte el día siguiente a base de zumos naturales de frutas (el de tomate es ideal), fruta fresca (sobre todo de alto contenido en vitamina C, como las naranjas, mandarinas o kiwis), agua e infusiones depurativas. Para comer o cenar, caldo vegetal, yogures, queso fresco... y ¡nada de azúcar, tabaco o alcohol!, aunque esto último bastaba creo. 
Ahora sí, ¡¡¡FELICES Y SALUDABLES DÍAS!!! :)





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