En los países más ricos la dieta es del 60-80% más alta en proteínas que la necesaria. Esto indica que se malgastan proteínas de alta calidad ingeridas en exceso que se metabolizan como alimento calórico con alta eliminación de urea y mayor riesgo metabólico. Esto sucede debido a que el papel de las proteínas de los alimentos es suministrar estructura a nuestras células y a diferentes moléculas como la hemoglobina, ciertas enzimas, hormonas o anticuerpos, y que cuando se ingieren en exceso, ese extra de ingesta proteínica se utilizará para cumplir tareas energéticas en caso necesario. No obstante, el nitrógeno de la molécula de proteína ingerido en exceso y no utilizado, será excretado por la orina en forma de urea para su eliminación del organismo. Así que, debemos llevar cuidado en no ingerir demasiadas proteínas (carne, pescado, huevos, queso, legumbres) que sobrecarguen tanto al hígado como al riñón, ya que podríamos poner en riesgo la funcionalidad correcta de dichos órganos.
Las necesidades energéticas, no son suplidas a partir de las proteínas sino a partir de los hidratos de carbono de forma principal y prioritaria. El papel de los hidratos de carbono (pasta, arroz, frutas, verduras, patata, galletas, pan) es suministrar glucosa o fructosa que será oxidada en nuestro organismo para la obtención de energía. Es importante destacar que el exceso de carbohidratos será utilizado por nuestro organismo como almacén. Este almacén se hace en forma de grasa, concretamente de triglicéridos, formando parte del tejido adiposo. Esta grasa sólo será movilizada con dieta y ejercicio, los cuales activarán las demandas energéticas del organismo.
Por tanto, las proteínas forman parte de los componentes mayoritarios del cuerpo humano debido a esa función estructural y los hidratos de carbono se encuentran en menor proporción, pero esto simplemente se debe a que se metabolizan continuamente como recurso energético. Esto no quiere decir que debamos consumir pocos hidratos en nuestra dieta.
De ese modo, y para ambos macronutrientes, es importante que se consuman en la medida que cada organismo de forma individual los necesite, para no almacenarlos de una forma excesiva en forma de grasa en el caso de los carbohidratos, ni crear una sobrecarga de eliminación de proteínas en el riñón.
Debido a esto, y sabiendo qué hacen estos macronutrientes en nuestro organismo, me pregunto ¿por qué hay en el mercado productos que nos aportan un 50% más de proteínas y alegan ser energéticos por eso mismo?
Los productos lácteos son los más susceptibles en llevar en su formulación este incremento proteico |
Estos productos por supuesto que no son malos y pueden ser consumidos, pero como siempre sabiendo para lo que nos pueden servir dentro de nuestra alimentación diaria. Estos productos pueden ayudar a la musculación en deportistas o personas que quieren ganar peso y serán incluidos siempre y cuando se lleve un control adecuado para no sobrecargar de forma excesiva la excreción de nitrógeno proteico por la orina. Las dietas para las personas a las que van dirigidos estos productos, además de llevar el incremento proteico, deberán contemplar un incremento energético por parte de carbohidratos para conseguir el fin a la que van dirigidas. Si se incluye este mismo incremento proteico junto con un aporte bajo de hidratos de carbono, se conseguirá una disminución de peso. En ambos casos y como nunca me cansaré de decir, será necesario consultar a un profesional de la salud y nutrición antes de realizar cualquier cambio nutricional, debido a que el exceso proteico en nuestra dieta puede conllevar riesgos y efectos secundarios que quedan detallados en profundidad en el siguiente enlace: Vitónica_Los riesgos de pasarse con las proteínas
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