Los productos adelgazantes que son publicitados en
farmacias y que se venden sin necesidad de receta médica, ¿son realmente
eficaces sin entrañar un riesgo para la salud?
Bueno, en primer lugar he de deciros que la mayoría de estos
productos no tienen evidencias científicas sólidas que respalden los mensajes
publicitarios y el marketing que los envuelve. Todo esto es debido a que, para algunos de estos productos, la
mayoría de sus efectos fisiológicos no han sido debidamente comprobados y
tampoco se ha contrastado de manera suficiente su calidad, seguridad y eficacia. Por ello, antes de su compra debemos elegir bien el producto que vamos a adquirir fijándonos en primer lugar que sea una marca reconocida que nos avale esa seguridad y calidad en los productos y que éstos, no se vendan sólo por los fines medicinales con los que se empleaban hace siglos, sino que su eficacia sea contrastada con estudios científicos actuales. Además, será necesario elegir el complemento según la finalidad que queramos conseguir, y esto se hará dependiendo de nuestras características personales (actividad diaria, posibles alergias, si se está tomando alguna medicación...).
La información que ofrecen al consumidor en sus envases, indican que son productos que sirven para adelgazar ya que aluden su capacidad
de “absorber grasa”, “reducir grasa”, “quemar grasa”, “quemar calorías” o su “efecto
saciante”. No obstante, se tratan de productos que deben complementar a un plan
nutricional adecuado y personalizado, nunca pudiéndose emplear solamente de forma única en el
control de peso.
Es interesante destacar que el ingrediente principal que se
repite en todos los productos de esta gama son los polifenoles, y es que los
polifenoles son sustancias químicas que segrega la planta en condiciones de
estrés para protegerse, como por ejemplo frente a los daños solares, y a nosotros nos aportan beneficios como antiinflamatorios y antioxidantes. Pudiendo rejuvenecer piel y tejidos, además de disminuir la acumulación grasa.
Por otro lado, es necesario antes de su consumo conocer sus
posibles efectos secundarios (que dependerán de concentraciones de ingredientes y tolerancia individual) para suspender el tratamiento al menor síntoma,
además de conocer las posibles contraindicaciones que se pueden dar en algunos casos muy particulares. Así, los suplementos que llevan chitosan deberían advertir
que se trata de un derivado del marisco y se ha de tener precaución si se tiene
alergia al marisco. Respecto al té verde, puede provocar toxicidad en el hígado
e interaccionar con distintos medicamentos, por lo que está contraindicado en
diversas circunstancias. El uso de glucomanano
no está exento de contraindicaciones y efectos secundarios como molestias
abdominales, gases, flatulencias y ralentizar la absorción de nutrientes o
incluso fármacos. El consumo de complementos
dietéticos que lleven Fucus vesiculosus (alga marina), al ser fuente de yodo, se ha de hacer
siempre bajo recomendación facultativa, dado que su uso indiscriminado puede
provocar alteraciones de la glándula tiroides.
Por todo esto, el personal de la
farmacia es el más indicado para dar a conocer la composición de cada producto y
aconsejar sobre el más o los más adecuados para un caso determinado. No debéis comprarlo porque le ha ido bien a la vecina, amigo o familiar, ya que cada organismo puede reaccionar
de manera diferente a los componentes de estos productos.
Estos suplementos adelgazantes contribuirán a un adelgazamiento, pero es
imprescindible que se acompañen de un correcto asesoramiento dietético por
parte de un nutricionista entrenado que os eduque en hábitos alimentarios
saludables. De ese modo, fármaco y dieta individualizada llegarán a conseguir
el equilibrio perfecto que se necesita para alcanzar el estado de salud.
¿Has consumido alguna vez este tipo de productos? ¿Cómo ha sido tu experiencia?
No hay comentarios:
Publicar un comentario