NutriScore, ¿una herramienta válida?

Un código de colores y letras con cinco niveles del verde al rojo, identificará en las etiquetas de alimentos y bebidas procesados la calidad nutricional de cada uno. El nuevo sistema NutriScore es aparentemente fácil: va del color verde (para los alimentos más sanos) al rojo (para los menos recomendables), pasando por el amarillo y naranja. También de la letra A (para los más interesantes) a la E (para los más perjudiciales). 

La ONG Open Food Facts, que recoge información sobre productos alimentarios de todo el mundo, ha calculado lo que establecería ese nuevo semáforo sobre decenas de alimentos que están a la venta determinándose la siguiente clasificación que se muestra en la imagen.

La principal sorpresa de esta clasificación y que se está comentando, es que el aceite de oliva, el alimento más venerado y utilizado en la dieta mediterránea, es clasificado como perjudicial con la letra D.

¿En qué se basa esta clasificación para darle tan mala puntuación? Se ha visto que NutriScore tiene integrado un conjunto de operaciones matemáticas que permiten la valoración de lo que tiene de "recomendable" (fibra y proteínas) y lo que tiene de "perjudicial" (calorías, azúcar, sal y grasa saturadas) cada producto alimentario. Además, valora por 100 gramos de producto, punto clave que hace que dé esa valoración tan mala al aceite de oliva. Y es que por cada 100 gramos de producto, el aceite de oliva proporciona 900 kcal (exceso). Por lo tanto, de este análisis lo que destacamos es que el aceite de oliva a pesar de contener grasas insaturadas beneficiosas, es muy calórico y se debe controlar la cantidad consumida.

¿Cómo deberemos utilizar esta herramienta para que no nos induzca a error? Esta herramienta está pensada para valorar productos dentro de la misma categoría. Un ejemplo de ello, es que si valoramos un refresco normal, seguramente estará en la E, pero si valoramos uno zero, NutriScore indicará que es una mejor opción con menor contenido en azúcares, y por lo tanto estará en la B.

Este examen visual de productos, nos indicará cuál es el más adecuado de la comparación, pero eso no quiere decir que el mejor parado nos proporcione más equilibrio a nuestro menú diario. Todo esto dependerá de nuestras necesidades individuales. Es decir, de lo que nos aporta ese producto dentro de nuestro menú para el funcionamiento correcto del organismo.
Es por eso, que resultará de interés hacer campañas de educación nutricional para concienciar al consumidor de lo que esa herramienta le está brindando.

Dicho esto, NutriScore puede llegar a ser una herramienta válida en la elección de productos si el consumidor lo incorpora en su día a día de forma correcta.

Tras esto no os hacéis la siguiente pregunta, ¿cómo realizará la comparación de diferentes tipos de aceites?