El componente principal de la calabaza es el agua lo que, unido a su bajo contenido en hidratos de carbono y a su casi inapreciable cantidad de grasa, hace que sea un alimento con un escaso aporte calórico. Es buena fuente de fibra que ofrece valor de saciedad y mejora el tránsito intestinal por la alta presencia de mucílagos. Éstos son un tipo de fibra soluble que tiene la capacidad de suavizar las mucosas del tracto gastrointestinal.
Además presenta vitaminas del grupo B, C, A y E esenciales para la visión, el buen estado de la piel, el cabello, las mucosas, los huesos y para el buen funcionamiento del sistema inmunológico, además de tener propiedades antioxidantes y aumentar la resistencia ante infecciones.
También contiene minerales como fósforo, magnesio, potasio pero en pequeña cantidad.
Debido a todas estas propiedades tan beneficiosas y teniendo en cuenta que la calabaza de invierno es una variedad más dulce que la de verano. Podemos elaborar múltiples recetas que enriquezcan nuestra alimentación diaria:
- Recetas dulces: crema, tartas, bizcochos
- Recetas saladas: formando parte de un potaje, cremas, pasteles, tortitas
- Y además: como guarnición, calabaza al horno, calabaza rellena...
Todas estas recetas las puedes encontrar en el siguiente enlace cocina sana y fácil. Ánimate a probar estos platos con calabaza y no dejes a esta hortaliza sólo como decoración para HALLOWEEN.
¿Por qué tenéis miedo a la calabaza miedo a la calabaza?
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