Si el trastorno lo originan los microorganismos que contaminan un alimento, se habla de infección. Si por otro lado, se debe a las sustancias tóxicas producidas por los gérmenes presentes en el alimento, entonces se entiende que ocurre una intoxicación. Los principales patógenos o sustancias tóxicas son:
- Infección alimentaria: Salmonella, Listeria monocytogenes, Campylobacter jejuni. Presentes en leche mal tratada, huevo crudo, carne de pollo cruda o poco cocinada, agua contaminada, pescado crudo
- Intoxicación alimentaria: Clostridium botulinum, Staphylococcus aureus, Clostridium perfringens, Bacillus cereus, Escherichia Coli. Presentes en verdura contaminada, carne de pollo o ave poco cocinada, leche mal tratada y derivados como cremas, conservas abombadas, arroz y pastas alimenticias cuyo tratamiento de cocción es insuficiente y deja flora residual de esporas.
Los síntomas con los que cursan las dos son similares. Ambas pueden provocar dolores de cabeza, vómitos, dolor abdominal, calambres, diarrea o deshidratación.
¿Cómo evitarlas? 10 reglas básicas:
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las 10 reglas básicas para la preparación segura de alimentos son:
- Elegir alimentos que han sido tratados con técnicas higiénicas.
- Aplicar tratamientos de cocción adecuados.
- Consumir de forma inmediata los alimentos cocinados.
- Conservarlos refrigerados.
- Recalentarlos de manera uniforme.
- Evitar el contacto de alimentos crudos con cocinados.
- Lavarse bien las manos antes de manipularlos y entre alimento los alimentos a manipular.
- Lavar bien las superficies y utensilios que entran en contacto con alimentos.
- Eliminar los insectos de las verduras a consumir.
- Usar agua potable para cualquiera de los usos.
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