Para que el consumidor pueda elegir con verdadera consciencia un alimento enriquecido, el etiquetado del mismo adquiere importancia. Éste, debe aportar la información adecuada sobre en qué medida ha sido enriquecido. Es decir, si el etiquetado dice que una ración del alimento cubre el 25% de las RDA (Raciones Diarias Recomendadas), se sabe que con 4 raciones ya se obtendría la cantidad total necesaria de ese nutriente.
Por último, es importante resaltar que la cantidad de nutrientes añadidos, no se han adicionado en tal cantidad como para suponer un riesgo de exceso tóxico, dentro de los parámetros de un consumo racional.
¿Has consumido alguno de estos productos?
El actual abanico de alimentos enriquecidos es muy amplio:
lácteos con calcio, vitaminas, cereales con hierro y vitaminas del grupo B,zumos de frutas con todo tipo de vitaminas
-especialmente la C-, galletas con vitaminas, minerales, cereales o fibra...
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